El blanqueamiento dental es un procedimiento estético que mejora la apariencia de los dientes, devolviéndoles su blanco natural o incluso un tono más claro. Mejora la autoestima y contribuye a una sonrisa más atractiva. Sin embargo, debe realizarse bajo supervisión profesional para evitar daños al esmalte dental o irritación de las encías. Además, no es un substituto para una buena higiene oral. El mantenimiento posterior al blanqueamiento es esencial para prolongar los resultados y mantener una salud dental óptima.